nueva vivienda mansión, sa torre mallorca
Una propiedad privada en primera línea con vistas directas al mar abierto, la Playa de Palma y la distintiva línea costera del suroeste de Mallorca: un concepto arquitectónico cuidadosamente diseñado, documentado en la revista especializada “Architektur und Wohnen” y en numerosas publicaciones de diversos fabricantes de los materiales de construcción y componentes técnicos empleados. La planificación y ejecución se llevaron a cabo con un enfoque claro en la construcción sostenible, un concepto de ventilación integral y una selección de materiales respetuosos con el medioambiente.
El edificio se encuentra ubicado sobre una formación costera a 105 metros sobre el nivel del mar, aprovechando al máximo las condiciones topográficas del terreno. Desde cualquier punto, incluso estando sentado, se disfruta de una vista sin restricciones del perfil costero, una característica excepcional en este tramo de la costa mallorquina.
La ubicación expuesta se interpretó no solo como un desafío, sino como un elemento clave dentro del concepto arquitectónico. El Genius Loci, el espíritu del lugar, sirvió como premisa central para todo el diseño. La formación geológica, las condiciones climáticas y el juego entre luz y sombra se combinan para crear una unidad que no solo integra el edificio en su entorno, sino que lo hace dialogar con él.
La estrategia de diseño se basa en un análisis detallado de los datos climáticos locales, las corrientes térmicas, los ejes visuales y la geometría del terreno. Las condiciones naturales fueron aprovechadas estratégicamente para la regulación térmica pasiva y el uso eficiente de la energía. Así, se desarrolló una estructura en configuración de “H”, con dos volúmenes desplazados y paralelos que se abren en forma de “V” hacia el mar.
Esta disposición genera patios protegidos: uno orientado al mar con una piscina infinita y otro en la parte posterior con una lámina de agua que enfatiza el acceso principal. Un sistema de puertas giratorias completamente acristaladas crea una conexión fluida entre el interior y el exterior.
Uno de los principales elementos de diseño es el agua, que atraviesa el edificio a lo largo del eje de la parcela. Nadando por los volúmenes. Los dos volúmenes laterales organizan las funciones en una zona de “día” y otra de “noche”, con una distribución espacial abierta que permite un uso flexible. La zona de estar, comedor y cocina se encuentra frente a la zona de descanso, permitiendo tanto la comunicación como la privacidad.
La construcción sigue los principios de la edificación industrializada con una estructura híbrida de hormigón armado y acero. Esto permitió la prefabricación eficiente de los elementos estructurales y la creación de amplios voladizos en la cubierta. Estas extensiones no solo aportan un fuerte carácter arquitectónico, sino que también optimizan la protección solar, reducen la carga térmica y favorecen la ventilación cruzada de los interiores.
El sistema de ventilación integral utiliza la brisa marina como método de enfriamiento natural. A través de aperturas estratégicas y chimeneas térmicas, se genera un flujo de aire continuo que mantiene temperaturas agradables sin necesidad de climatización mecánica. En invierno, la radiación solar, aprovechada mediante amplias superficies acristaladas, contribuye a la ganancia térmica pasiva. Adicionalmente, se ha instalado un avanzado sistema de bomba de calor que combina energía geotérmica con tecnología solar de vacío de alta eficiencia. La masa térmica de los materiales empleados garantiza un clima interior estable a lo largo del año.
La cubierta extensiva con vegetación de sedum – autóctona de mallorca – mejora el rendimiento térmico y acústico, mientras que el paisajismo cuidadosamente planificado, con especies autóctonas, contribuye a la estabilización del microclima. En una segunda fase del proyecto, se incorporó la parcela colindante para crear un parque privado de más de 1.200 m², que proporciona sombra natural y una continuidad paisajística. Este diseño extendido del jardín integra la propiedad con una vegetación mediterránea autóctona, que no solo refuerza la armonía visual del conjunto, sino que también ofrece un valor ecológico añadido.
El espacio exterior se concibió como una prolongación del área habitable: una transición fluida entre arquitectura y naturaleza, caracterizada por flora mediterránea, grupos de árboles que proporcionan sombra y zonas verdes ecológicamente valiosas.
La fachada de vidrio de 136 metros de longitud sigue siendo uno de los elementos más distintivos de la construcción. La combinación de paneles fijos y deslizantes maximiza la conexión entre el interior y el exterior. Mientras que hacia el mar el edificio se abre por completo, hacia la calle y las propiedades vecinas se protege con muros estratégicamente dispuestos. Los vidrios utilizados incorporan tecnología avanzada de protección solar y aislamiento térmico, minimizando el consumo energético y garantizando al mismo tiempo una vista sin obstrucciones del paisaje marino.
Con una superficie total de más de 660 m² y un sótano continuo, este edificio no solo destaca por su carácter arquitectónico, sino que también es un referente en planificación sostenible, eficiencia en el uso de materiales y diseño climático adaptado al entorno. La interacción entre un diseño minimalista, técnicas constructivas industrializadas y una estructura orientada a la durabilidad establece nuevos estándares en edificación eficiente para ubicaciones expuestas.
El proyecto demuestra cómo la tecnología constructiva más avanzada puede fusionarse con los principios tradicionales de la arquitectura mediterránea. La combinación de hormigón visto, piedra natural y madera crea un equilibrio sutil entre la claridad industrial y la calidez material.
Más allá de los aspectos técnicos, este proyecto busca generar una experiencia espacial en la que el entorno natural, la luz y el paisaje sean elementos fundamentales. El diseño arquitectónico respeta el paisaje y lo integra como un componente esencial del concepto habitacional. A través del uso selectivo de materiales que reflejan el entorno natural, se genera una atmósfera de serenidad y permanencia. La vivienda no se impone sobre el paisaje, sino que se percibe como una prolongación orgánica de la línea costera, una síntesis entre arquitectura y naturaleza en la que el Genius Loci se manifiesta en cada detalle.
proyecto: 1306
superficies: 1.123 m2 (edificio), 1992,89 m2 (exteriores)
ocupación: 638,61 m2 (inkl. terrassen)
cliente: confidencial
lugar: costa suroeste sa torre, llucmajor, mallorca
tipo: nueva vivienda unifamiliar
equipo (edificación): jle
equipo (interiorismo): jle
equipo (paisajísmo): jle
arquitectos responsables: jle